¿Porque acudir a la asamblea de trabajadores? Imprimir
Escrito por Asamblea   
Lunes, 03 de Junio de 2013 00:00

¿Por qué tienes que moverte para luchar por un convenio colectivo digno?

 

Estamos inmersos en una sociedad que nos arrastra a vivir de una manera estresante. A lo largo del día tenemos que elegir un sin fin de veces sobre qué es lo que más nos conviene o lo que más nos urge para no morir ahogados entre todas las tareas que deberíamos abordar: familia, trabajo (o ausencia de), casa…

A menudo caemos en un error común: si algo se mantienen como está, si no va a caer inmediatamente, quizá sea mejor dejarlo para mañana y priorizar otras cosas en peligro inminente. Y, con esta teoría, hemos ido viendo como el sistema de bienestar ha sido desmantelado poco a poco; siempre pensando “podríamos estar peor, así que mejor no decir nada”.

El sector de la Intervención Social es, históricamente,  un cajón de sastre donde cada profesional ha sobrevivido individualmente como ha podido. De esta manera, por miedo o desidia, hemos aceptado muchas cosas. Sirvan como ejemplo:

  • Los contratos temporales de jornadas minúsculas.
  • Los sueldos miserables que no se corresponden en absoluto con la responsabilidad que soporta la tarea que desempeñamos.
  • Que nuestros contratos laborales por obra y servicio nos muevan constantemente de proyecto provocando desconfianza y sensación de abandono en las personas para las que trabajamos, así como, inestabilidad personal y profesional en nosotros como trabajadores.
  • El estar sometidos a alta presión emocional y riesgo personal sin ningún tipo de reconocimiento profesional.
  • Que se valore más los criterios económicos que los técnicos, y que nos obliguen a vigilar este aspecto por encima de las necesidades de las personas para las que trabajamos.
  • Que la bondad de los ciudadanos que deciden ser voluntarios, con una formación básica en el sector, se use por grandes empresas, fundaciones y ONG´s para reducir el número de personal cualificado: con alta formación y la experiencia profesional necesaria para afrontar la tarea; sirviéndose de ello para rebajar costes.
  • Que esas mismas empresas, fundaciones y ONG´s, que utilizan campañas para sensibilizar sobre los derechos de las personas con necesidades; no muestren voluntad en atender los derechos de sus trabajadores colaborando en la redacción de un convenio colectivo justo para todas las partes.
  • Que se de por hecho que por ser profesionales vocacionales nos debemos a nuestro trabajo y que, por ello,  para acceder a un puesto laboral o mantenerlo, debemos aceptar unas condiciones contractuales que nos perjudican, nos desprotegen e invaden nuestra vida personal.

Quizá no hayamos sabido ver que luchar por nuestros derechos era también luchar por la calidad de la intervención de las personas para las que trabajábamos. Quizá no hayamos sabido aplicar nuestros conocimientos para entender que la unión y la lucha común son vitales para sobrevivir en las mejores condiciones. Quizá hayamos priorizado nuestras obligaciones laborales, nuestras necesidades personales o las urgencias de las personas para las que trabajamos por encima de la reflexión sobre la situación del sector o la creación de una red de lucha común.

Sin embargo, es hora de darse cuenta de que nuestro puesto de trabajo es tan inestable que en cualquier momento podemos perderlo y, con ello, nuestro equilibrio familiar (si algún día pudimos alcanzarlo) tal y como les pasa a las familias a las que atendemos, a las que ya no tenemos ningún recurso que ofrecer para paliar su situación.

Sabemos que muchos de los niños, jóvenes, mujeres, personas mayores, con discapacidad, con enfermedad mental, con una drogadicción… no podrán luchar por sus derechos, lo que nos obliga moralmente a mantener un sistema público y de calidad que permita a todos ellos acceder a los servicios que necesiten. Debemos quitarnos el estigma que nos han dejado quienes insinúan constantemente que pensar en la mejora de nuestras condiciones laborales es ser poco solidarios con las personas que actualmente sufren por encontrarse en una situación peor. Estamos atrapados si este argumento nos convence y no vemos en nuestras reivindicaciones la manera  de ser modelos, junto con otros tantos trabajadores, mostrando cual es el camino para conquistar  los derechos sociales.

Es hora de colocar este tema en un puesto prioritario en las tareas de hoy. Es hora de darnos voz y encontrar la mejor forma de dar la vuelta a esta situación. Porque sin un HOY difícilmente tendremos un MAÑANA. Nadie puede ocupar tu lugar en la Asamblea General de Trabajadores del sector de la Intervención Social